María (Naomi Watts), Henry (Ewan McGregor) y sus tres hijos comienzan
sus vacaciones de invierno en Tailandia. En la mañana del 26 de diciembre, la
familia se relaja en la piscina después del día de Navidad cuando el mar invade el recinto del hotel. Bajo el agua, María es golpeada y maltratada por los escombros hasta
dejarla al borde de la muerte. Finalmente emerge en medio de un mar
embravecido. Aguanta malherida agarrada al tronco de una palmera, convencida de
que ha perdido a toda su familia. Pero entonces, su hijo mayor, Lucas, sale a
la superficie unos metros más adelante. Sin tiempo para asimilar lo
incomprensible e inesperado del desastre natural que acaban de sufrir, María
debe luchar contra todo por la supervivencia de su hijo y la suya propia.
Una apasionante película sobre los estragos que puede llegar a ocasionar la naturaleza sobre nosotros. Un buen montaje y escenificación que nos pondrán los sentimientos a flor de piel. Os aconsejamos verla, eso sí, con uno o dos paquetes de pañuelos a mano chicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario